Washington, D.C.- La exposición de alfombras de aserrín conmemorativas a Semana Santa que realizó la Embajada de Honduras en Estados Unidos el pasado fin de semana llenó de alegría y melancolía a muchos compatriotas residentes en ese país y contó con una gran afluencia de personas de múltiples nacionalidades, pero en su mayoría hondureños.
Ciudadanos americanos y europeos admiraron el colorido y texturas de las alfombras y se preguntaban cuál es el procedimiento para realizar lo que denominaban una verdadera obra de arte y se inclinaban a tocar el material de que estas estaban confeccionadas.
El evento estuvo cargado de mucha energía positiva, varios conciudadanos expresaron la alegría que sentían de volver a ver una alfombra de aserrín hecha a mano como las que se elaboran tradicionalmente en Honduras el Jueves y Viernes Santo.
La nostalgia también invadió a los compatriotas al admirar una proyección de imágenes de diferentes lugares turísticos del territorio hondureño, escuchar nuestra música folklórica y costumbrista y degustar diferentes platillos de la cocina catracha.
Entre la concurrencia estaba la señora Engracia Alonso originaria de Orocuina, Choluteca y su esposo Jose Alonso de Guinope, El Paraíso quienes señalaron sentirse muy emocionados al poder escuchar la música de su país es ese tipo de ambiente y manifestaron que por un momento sintieron que se trasladaron a la tierra que los vio nacer.
El Embajador de Honduras en Estados Unidos Jorge Ramón Hernández Alcerro saludo a los presente y manifestó sentirse muy satisfecho que los compatriotas hondureños disfruten este tipo de actividades que tienen como finalidad incentivar las tradiciones fuera del país y acercar a la comunidad hondureña en el área del Distrito de Columbia y sus alrededores.
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