***La Asociación Hondureña de Padres de Familia instó al Mandatario que no se deje doblar el brazo, ante una dirigencia magisterial manipuladora, intransigente y chantajista.
El Presidente Porfirio Lobo Sosa, se reunió este martes, con los directivos de la Asociación Hondureña de Padres de Familia, quienes ofrecieron su apoyo contundente a las decisiones encaminadas a poner orden en el sistema educativo nacional.
En ese sentido, el presidente de la Asociación Hondureña de Padres de Familia, Andrés Martínez, condenó que los mismos de siempre, sigan queriendo manipular y engañar al pueblo hondureño, pero además a las bases del magisterio a nivel nacional.
“Le planteamos al Presidente Lobo Sosa, nuestro apoyo contundente con respecto a decisiones firmes que pueda tomar en beneficio de la educación, así como que no se deje doblar el brazo, como lo han hecho con los gobiernos anteriores, ante una dirigencia magisterial manipuladora, intransigente y chantajista”, detalló.
Advirtió que es sumamente preocupante el hecho de que todavía continúan los portones de los centros educativos cerrados, por lo que le sugirieron al Gobernante, que se busque la manera de asegurar las escuelas y colegios.
“El Presidente está decidido a mantener firmemente su posición, en el sentido de no permitir el chantaje del sector magisterial y nos ha dicho que va a abogar por la gran mayoría de niños y niñas de Honduras, pues se debe a ellos”, expresó.
Asimismo, Martínez se manifestó a favor de que corrijan las conductas irregulares que cometen algunos docentes hondureños, por lo que si es procedente, respaldan los despidos o las amonestaciones contra los mentores que están atentando contra la educación.
“Esperamos que de una vez por todas se resuelva la problemática que hoy por hoy agobia al sistema educativo nacional”, concluyó.
El encuentro celebrado en Casa Presidencial, se llevó a cabo en momentos en que la dirigencia magisterial mantiene una crisis educativa en el sector público, al convocar a sus agremiados a un paro indefinido de labores, violentando con ello, el derecho a la educación de millones de niños, niñas y jóvenes de Honduras.
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