El pleno de la Cámara Legislativa aprobó la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional con la cual se pretende focalizar los recursos económicos para combatir este flagelo que afecta a unos 4 millones de hondureños según estadísticas oficiales.
El Proyecto había sido presentado desde hace varios meses por la diputada Yadira Bendaña y el mismo fue sometido a una serie de socializaciones y evaluación de la Comisión de Dictamen, por lo que los 30 artículos con que cuenta la innovadora norma jurídica fueron consensuados entre el pleno de parlamentarios.
En la Ley se crea el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONSAN), el cual estará encargado de dirigir las políticas para la reducción de la pobreza y obliga a las instituciones del Estado a destinar parte de su presupuesto anual para el combate de la desnutrición; asimismo establece que la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), apoyada por otras carteras ministeriales, será la encargada de coordina e impulsar las acciones para que la población garantice el acceso a los alimentos como los granos básicos por ejemplo.
Las Mesas de Seguridad Alimentaria, jugarán un papel preponderante en la ejecución de la Ley, puesto que allí se impulsarán las acciones orientadas a fortalecer y actualizar la forma continua de los recursos financieros gubernamentales que aseguren la nutrición elemental de los ciudadanos, por lo que la normativa autoriza a la Secretaría de Finanzas a construir un fideicomiso para administrar todos los aportes públicos y privados para enfrentar cualquier contingencia alimentaria en el país.
El presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, manifestó que se espera que con la aplicación de esta norma unos 4 mil millones de lempiras sean orientados de manera eficiente a erradicar o por lo menos disminuir la problemática social, puesto que hasta el momento no se han logrado resultados significativos en esta materia.
Apuntó que en el Poder Ejecutivo hay cuatro proyectos importantes financiados con fondos internacionales; sin embargo, cuestionó que ésto es una dispersión de esfuerzos y recursos, por lo que se espera que al unificarse los mismos se conjunten para lograr disponer de unos 200 millones de dólares, para hacerle frente al encarecimiento de los productos de primera necesidad, principalmente.
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