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Matthew Perry, reconocido mundialmente por su inolvidable papel como Chandler Bing en la célebre serie de televisión "Friends", fue encontrado muerto el 28 de octubre de 2023, en el jacuzzi de su hogar en el sur de California. A los 54 años, su repentina partida dejó a millones de fans y colegas de luto, recordando no solo su talento excepcional como actor, sino también su lucha abierta contra las adicciones y su compromiso por ayudar a otros a enfrentar desafíos similares.
Desde su debut en "Friends" en 1994, Perry se convirtió en una figura emblemática de la televisión, ganando el cariño del público con su humor agudo y su profunda vulnerabilidad en el papel de Chandler. A lo largo de los años, Perry compartió su batalla personal con la adicción a través de diversas entrevistas y escritos, convirtiéndose en un portavoz para la concienciación sobre la salud mental.
Sin embargo, la tragedia de su muerte se vio agravada por los hallazgos de la autopsia, que revelaron una alta concentración de ketamina en su sangre. Esta sustancia, conocida por sus propiedades anestésicas y su uso en tratamientos para la depresión, la ansiedad y el dolor, se convirtió en el centro de una compleja investigación tras su deceso.
Recientemente, se dio a conocer que el médico Mark Chávez, uno de los implicados en la distribución de ketamina que contribuyó a la muerte de Perry, se declaró culpable de conspiración para distribuir el anestésico quirúrgico. Chávez, de 54 años, operaba una clínica de ketamina y admitió haber vendido la sustancia al doctor Salvador Plasencia, quien se la suministraba al actor. Los fiscales han argumentado que el asistente de Perry, Kenneth Iwamasa, también estuvo involucrado, colaborando con los médicos para proporcionar más de $50,000 en ketamina a Perry en las semanas previas a su fallecimiento.
Médico Mark Chávez
(foto Rafael Fontoura/Daily mail)
La investigación ha revelado detalles inquietantes sobre el caso, incluyendo mensajes de texto entre los médicos que discutían sobre cuánto podían cobrarle a Perry por los frascos de ketamina. Uno de los mensajes incluso se refiere a Perry de manera despectiva, lo que ha provocado indignación entre los seguidores del actor y ha planteado preguntas sobre la ética médica en el tratamiento de pacientes vulnerables.
En su declaración de culpabilidad, Chávez ha aceptado su responsabilidad en el caso y ha comenzado a cooperar con las autoridades. Aunque se enfrenta a un cargo menor por su colaboración, todavía podría ser condenado a hasta 10 años de prisión. Su abogado declaró que Chávez ha decidido asumir las consecuencias de sus acciones y ha entregado su pasaporte, así como su licencia médica, mientras espera la sentencia programada para el 2 de abril de 2025.
La muerte de Matthew Perry ha reabierto el debate sobre el uso de medicamentos controlados y la responsabilidad de los profesionales de la salud en su distribución. Muchos fans y colegas han expresado su tristeza y su deseo de que su legado sirva como una llamada de atención sobre la salud mental y la importancia de ofrecer apoyo a aquellos que luchan contra adicciones. Mientras tanto, el impacto de su ausencia se siente profundamente, no solo en el mundo del entretenimiento, sino también en la vida de quienes lo admiraban. Perry no solo fue un talentoso actor, sino también un ser humano que buscó ayudar a otros a encontrar su camino en la oscuridad.
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