WASHINGTON, Estados Unidos .- La movilidad económica intergeneracional mejoró en América
Latina y el Caribe (ALC) dado que las personas ahora son más educadas que sus
padres, aunque los más pobres siguen siendo más propensos a tener el nivel
educativo más bajo, según una nota del Banco Mundial publicada hoy en el Día
Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
El nivel educativo es un buen indicador de la movilidad económica y
social dado que aquellas personas con un mayor nivel y calidad de educación en
general tienen mejores ingresos. La región de ALC presenta uno de los mejores
resultados en términos de movilidad intergeneracional absoluta —la proporción
de individuos con más educación que sus padres— gracias a la
significativa ampliación en el acceso a la educación que tuvo lugar en
las últimas décadas.
Sin embargo, ALC sigue estando rezagada respecto a otras
regiones en desarrollo en cuanto a movilidad relativa, dado que aquellos que
nacen en familias de padres con menos educación son mucho más propensos a ser
los menos educados de su generación.
Jorge Familiar Vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. |
“ALC ha tenido un progreso notable en el acceso a la educación pero se
necesita más para mejorar la calidad y aumentar el acceso de los niños que
provienen de los hogares rurales e indígenas más pobres”, dijo Jorge Familiar, Vicepresidente del
Banco Mundial para América Latina y el Caribe. “Sin una mayor calidad y
un alcance más amplio en términos educativos, el círculo de pobreza
intergeneracional continuará”.
La nota regional sobre Movilidad Intergeneracional se
basa en investigaciones realizadas para el informe “¿Progreso Justo?
Movilidad Educativa Alrededor del Mundo”, previsto para 2018 y cuyas
conclusiones preliminares fueron presentadas hoy como adelanto en el Día
Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
En ALC, la asistencia a la escuela varía enormemente entre diferentes
grupos socioeconómicos. Si bien la escuela primaria se ha convertido en
prácticamente universal en toda la región, persisten diferencias significativas
en la educación temprana así como en la escolarización secundaria y terciaria.
Entre los niños de tres años, por ejemplo, solo la mitad de los que habitan en
los hogares más pobres asisten a la escuela, comparado con el 90 por ciento de
los niños del nivel de ingreso más alto.
Los grupos marginados, como los pueblos indígenas, enfrentan barreras
adicionales. Por ejemplo, los pueblos indígenas tienen casi tres veces más
posibilidades de ser extremadamente pobres que los grupos no indígenas. Estas
tasas de pobreza más altas derivan en un menor acceso a la escolarización entre
los niños indígenas.
Óscar Calvo-González, Director del Banco Mundial para la Unidad de Pobreza y Equidad en ALC. |
Sin embargo, hay buenas noticias en cuanto a los
resultados de los exámenes del Programa de Evaluación Internacional de
Estudiantes (PISA), donde ALC está rezagada respecto de otras regiones. De los
siete países de ALC que participaron en PISA, cinco mejoraron su desempeño en
las pruebas de lectura entre 2009 y 2015. También se registró una disminución
del efecto del origen socioeconómico en el desempeño de los estudiantes de ALC
en los exámenes PISA. Esto sugiere que hubo algún avance respecto a la
movilidad intergeneracional y muestra que la calidad de la educación, y no solo
el acceso, serán claves a futuro.
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