Cuentan que durante una de las mas turbulentas guerras del Oriente Medio, un general Persa se enteró que sus tropas habían capturado a un espía. El general era famoso por su espíritu justo y compasivo. Así que después de un frustrante interrogatorio en el que el prisionero dio muestras de su habilidad para no soltar información, decidió que fuera el propio prisionero el que decidiera su suerte.
Le informó que podía elegir entre dos opciones: enfrentarse al pelotón de fusilamiento, o atravesar la famosa “Puerta Negra”. El prisionero, vacilaba entre la muerte segura y el temor a lo desconocido. Pensando que tras la puerta podía haber las mas crueles torturas, se encaminó al paredón para ser fusilado. Un momento después se escuchó la detonación que le quitó la vida.
El general, pensativo, dijo a sus oficiales: “Cómo puedes ver, yo le di la oportunidad de elegir. He ahí al hombre que prefiere lo malo conocido, a lo que le es desconocido. Tras la “Puerta Negra” estaba en realidad su libertad. Y añadió: Es una característica de los humanos, pensar lo peor de lo incierto”.
Esta historia ilustra la razón por la que tanta gente piense: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”. Pero ¿es esto siempre cierto? William James, el famoso profesor de Harvard, decía: “El ingrediente que garantiza el resultado feliz de un empeño, incluso de dudoso desenlace, es la fe y confianza que se ponga al emprenderse”. Sí, parece ser que las oportunidades en general no son de por sí las que determinan el éxito o el fracaso, sino la actitud con que se enfrenten. ¿Conoce usted ejemplos de esto?
Paul J. Meyer solía decir que “La oportunidad nunca llega para aquel que la espera… sino para aquel que, con decisión, va en su búsqueda”. Y en béisbol hay un dicho popular que bien puede aplicarse a la vida diaria: “Nunca llegarás a la segunda base si mantienes el pie puesto en la primera”.
LO NEGATIVO:Voluntariamente elegir el paredón de la mediocridad, ante el temor a tomar una decisión por algo desconocido, pensando lo peor de lo incierto.
LO POSITIVO:Comprender que Dios nos da constantemente la oportunidad de elegir. Nunca cerrarnos ante lo desconocido. Analizarlo objetivamente, y si es el caso, ir tras esa oportunidad, como decía William James, con fe y con confianza.
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