El
plan de acción delinea el apoyo para la más amplia expansión del tratamiento de rehabilitación de drogadictos
que haya visto Estados Unidos en generaciones. Asimismo, destaca reformas a las
Políticas de Drogas, las cuales tratan la drogadicción como un problema de
salud pública, no sólo como una cuestión de justicia penal.
(Baltimore,
MD) - Hoy, Gil Kerlikowske,
Director de la Oficina de Política para el Control Nacional de Drogas, publicó
la Estrategia Nacional para el Control de Drogas de 2013, el plan principal de
la Administración Obama sobre la política de drogas en los Estados Unidos. El
plan, el cual está basado en datos científicos, contiene una serie de más de
100 medidas concretas para reducir el consumo de drogas y las consecuencias de
su uso, ampliar la prevención, el tratamiento y alternativas al encarcelamiento
por el consumo.
Los programas y las reformas a las políticas
establecidas en la Estrategia de 2013
se basan en décadas de investigaciones científicas que demuestra que la
adicción es una enfermedad crónica del cerebro que se puede prevenir y tratar
con éxito, la adicción no es un fracaso moral por parte del individuo. La
estrategia de las agencias federales para ampliar los esfuerzos a nivel
comunitario para prevenir el consumo de drogas antes de que comience, capacitar
a los trabajadores de salud para intervenir a tiempo ante los primeros signos
de un trastorno por uso de sustancias, ampliar el acceso al tratamiento para
las personas que lo necesitan y apoyar a los millones de estadounidenses que
están en el camino hacia la recuperación.
La Estrategia
detalla pasos para implementar la
más significativa expansión del acceso al tratamiento en generaciones. A través
de una nueva normativa, posible gracias a la Ley de Cuidado de Salud Asequible,
ahora las compañías aseguradoras tienen que cubrir el tratamiento para los
trastornos por el consumo de sustancias tal como cubrirían cualquier otra
enfermedad crónica. Específicamente, esta nueva normativa amplía las
protecciones federales para más de 62 millones de estadounidenses que sufren de
problemas de salud mental y trastornos por uso de sustancias, por lo que es un
elemento clave en la estrategia de la Administración para el control de drogas
en los Estados Unidos, que se basa en la salud pública.
La Estrategia también detalla pasos para
apoyar una política que es "inteligente contra el crimen", una
política contra drogas que protege a las comunidades nacionales e
internacionales contra el crimen relacionado con las drogas, mientras que envía
al tratamiento, en lugar de a la cárcel, a los delincuentes no violentos con
infracciones asociadas al uso drogas. Como parte de este enfoque, la estrategia
destaca prometedoras reformas a la ley penal, incluyendo a los tribunales de
drogas y programas de libertad condicional que reducen las tasas de
encarcelamiento, junto a programas policiales al nivel comunitario que ayudan a
poner fin al ciclo de consumo de drogas, a la delincuencia y al
encarcelamiento, mientras concentran sus recursos limitados en el control de delitos más graves.
"El presidente Obama está comprometido
con que Estados Unidos perdure como nación - con una fuerza de trabajo educada,
calificada, que tenga el conocimiento, energía y experiencia para ser exitosa
en un mercado global altamente competitivo", dijo Kerlikowske. "Para
muchos estadounidenses, ese futuro se ve empañado por el consumo de drogas y
los trastornos por consumo de sustancias, que inhiben la capacidad de los
ciudadanos de mantenerse saludables y no les permiten alcanzar su potencial.
Este plan representa una estrategia más inteligente para la política de control
de drogas en los Estados Unidos – política que
se basa en la premisa que indica que la adicción es una enfermedad que
puede prevenirse y tratarse. Debemos abordar el consumo de drogas como un
problema de salud pública, no sólo como un problema de justicia penal".
“Por demasiado tiempo", dijo Devin Fox,
Director Ejecutivo de Jóvenes en Recuperación (Young People in Recovery),
"millones de estadounidenses en el camino hacia la recuperación de la
adicción y sus familiares, amigos y simpatizantes --incluyendo a jóvenes como
nosotros-- estábamos ausentes en el debate sobre la políticas para el control
de drogas. Hoy en día, somos un movimiento fuerte y estamos creciendo, logrando
un progreso real para deshacer el estigma asociado a los trastornos por consumo
de sustancias y la eliminación de obstáculos para la recuperación a largo
plazo. Este plan histórico del Gobierno del Presidente Obama provee el impulso
que necesitamos para ayudar a que nuestro país este orientado a apoyar a la
recuperación".
"Las decisiones políticas sobre la salud
pública y la seguridad de Estados Unidos deben estar basadas en datos
científicos", dijo la Dra. Nora D. Volkow, directora del Instituto Nacional
sobre el Abuso de Drogas, el cual pertenece a los Institutos Nacionales de
Salud. "Los avances revolucionarios en la investigación de la adicción han
contribuido a nuestra comprensión sobre la adicción, los estudios demuestran
que la adicción es una enfermedad del cerebro que se puede prevenir y tratar.
Esperamos continuar nuestra colaboración con la Oficina de Política para el
Control Nacional de Drogas (ONDCP por sus siglas en ingles) para garantizar que
las políticas establecidas en la Estrategia Nacional para el Control de Drogas
sean informadas por la ciencia”.
En general el uso de drogas en los Estados
Unidos ha disminuido sustancialmente en los últimos 30 años. Gracias a los
esfuerzos globales para abordar el consumo de drogas a nivel local, estatal,
federal e internacional, la tasa de estadounidenses que consumen drogas
ilícitas se ha reducido
por cerca de un tercio desde finales de
la década de los 70.
Recientemente, el uso de
cocaína se ha reducido 50 por ciento y el consumo de metanfetaminas se ha
reducido un tercio desde 2006.
Para continuar este progreso y apoyar la salud
pública y la atención a la seguridad descrito en la Estrategia, la
Administración Obama ha solicitado más de $10.7 mil millones para los programas
de educación sobre drogas y ampliar el acceso al
tratamiento de salud para las personas que sufren de trastornos por uso de
sustancias. La solicitud de presupuesto para el año fiscal 2014 también incluye
$9.6 mil millones para la aplicación de la ley nacional, $3.7 mil millones para
la interdicción y $ 1.5 mil millones de dólares para programas internacionales.
Para leer la Estrategia e informarse más sobre
el plan de la Administración visite: www.wh.gov/drugpolicyreform
24 de abril de 2013.
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