Hoy mi alma se
rompió… entre lágrimas y con un gran dolor en el corazón les puedo decir que el
mejor ser humano que he conocido en mi vida murió.
Y ¡Dios! Como duele
quisiera que nunca hubiese llegado este día. Hilda Hernández era alguien única,
una mujer humilde, siempre atenta, siempre amable y con una sonrisa.
Me duele tanto
la cabeza y siento tanto dolor que no sé cómo expresarlo para que me entiendan la
ingeniera como todos le decían era muy noble y ayudaba a todos los que ella podía
aun a los que la escarnecían por política o por envidias o a saber por qué
motivos.
En las noches sin
que nadie supiera, sin publicidad, sin presunciones entregaba comida en los
hospitales a los familiares de los pacientes, compraba abrigos, suéteres, chumpas, colchas, etc.
Para las personas de la calle y también les repartía alimentos. Y esas cosas yo
la vi y muchos de mis amigos igual.
Conocer a
Hilda Hernández era quererla, era admirarla, era saber que solo alguien
mediocre o demasiado perverso podría creer todas las estupideces que decían de
ella.
Ella siempre
le tendía la mano para ayudar a cualquiera sin importar condición política, económica
de credo o de lo que fuera. Y como amaba
este país, sus Twitter, Facebook, Instragram y redes sociales son solo ejemplos
de sus pensamientos.
Marca
Honduras, Honduras Canta, el apoyo a los artistas, becas, niños y tantas cosas
que ella apoyo que en este momento les juro que no puedo ni enumerar, es tan
grande está perdida que solo los que no se dan cuenta no entienden que todo una
nación perdió al ser humano que los amo.
En su perfil
ella tenía una frase “no viva para que tu presencia se sienta sino para que tu
ausencia se note”.
Por amor de
Dios sé que todos la van a notar
Ingeniera
Hilda Hernández la quiero y admiro mucho y siempre estará viva en su legado y
el del corazón de todos los que la conocimos y supimos bien quién es Usted,
Y no le hablo en pasado, se lo digo en presente porque Usted siempre estará viva
en cada cosa que hizo, en cada vida que toco, en cada corazón que lleno y sin
que miles supieran.. en cada uno de los que beneficio
Su amiga, Celeste Andino
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