Un estudio del Banco Mundial analiza los sectores y las instituciones de
salud, educación, protección social y empleo del país
TEGUCIGALPA,
18 de agosto de 2015 – Honduras ha mejorado en aspectos sociales clave, como la
universalización de la educación primaria o la reducción de la mortalidad
infantil, pero enfrenta el reto de mejorar la eficiencia y la eficacia del
gasto público social y los programas sociales, según el estudio del Banco
Mundial “Gasto Público Social y
sus Instituciones”, que analiza el período 2007-2013.
De acuerdo con el estudio, presentado hoy, el gasto
público de Honduras en el sector educativo es alto en comparación con los
estándares internacionales, y se enfoca principalmente en la educación primaria.
En 2013, este gasto representó el 5.8 por ciento del Producto Interno Bruto
(PIB), casi el doble de lo que invierten otros países de características similares.
Sin embargo, la mayor proporción se destina a salarios de maestros (90 por
ciento) y en menor medida a la infraestructura local y otros componentes de la
matriz educativa.
El gasto público en salud representó el 2.8 por ciento
del PIB en 2013, por debajo de los promedios de Centroamérica (4.1 por ciento)
y de los países en desarrollo de América Latina y el Caribe (3.8 por ciento),
pero mayor que el promedio (1.4 por ciento) de los países de ingreso medio en el
mundo. Según el informe, Honduras podría mejorar la eficiencia del gasto en
este sector, particularmente en la gestión de medicamentos y recursos humanos,
así como a través del fortalecimiento de mecanismos de rendición de cuentas.
El estudio también analiza el gasto de Honduras en
programas de protección social y empleo, área a la cual destina cerca del 7 por
ciento del PIB. Una gran parte de esos recursos (un 5.4 por ciento del PIB) va a
los pagos de seguridad social, lo cual sitúa al país solo por detrás de Costa
Rica y Panamá en la región. A diferencia de esos países, donde se beneficia a
una proporción elevada de población, en Honduras solo el 13 por ciento de los
adultos mayores de 65 años reciben pensiones.
De acuerdo al estudio, el gobierno hondureño ha ampliado
el acceso y el gasto en asistencia social y subsidios de 1.1 por ciento del PIB
en 2007 a 1.6 por ciento en 2013, niveles altos para los estándares regionales
y que, en un contexto de severos desafíos fiscales, generan dudas sobre su
sostenibilidad. En este sentido, señala el estudio, la prioridad debería
centrarse en el impacto directo comprobado sobre la pobreza, como el programa
de transferencias condicionadas de efectivo, Bono Vida Mejor.
“Honduras debe
seguir trabajando para mejorar la efectividad del gasto público social a favor
de los pobres y consolidar los programas, con menos iniciativas pero con mayor impacto.
No obstante, los logros en los sectores de educación, salud y protección social
confirman el compromiso del Gobierno a favor de los más desfavorecidos, algo
que el Banco Mundial continuará apoyando”, señaló Pablo Ariel Acosta, economista sénior del Banco Mundial y principal
autor del estudio.
El informe analiza, además, los desafíos de Honduras
en estos sectores. En el ámbito educativo considera que si bien el país ha logrado
la universalización de la educación primaria, el resto de niveles educativos
siguen rezagados, lo cual representa una oportunidad para mejorar la cobertura,
la calidad y la igualdad de la educación.
En el sector salud se han alcanzado logros importantes,
como la reducción de la mortalidad infantil y la desnutrición crónica, pero persisten
desafíos en relación a la mortalidad materna y las enfermedades no contagiosas.
En cuanto al aspecto laboral, el desafío se encuentra en la alta tasa de empleo
informal y el desempleo, especialmente entre los jóvenes de las áreas urbanas.
Para conocer el trabajo del Banco Mundial en
América Latina y el Caribe visite: www.bancomundial.org/alc
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